La Meditación Vipassana:
La meditación se ha venido practicando desde tiempos milenarios en todas las culturas, pues se ha demostrado los grandes beneficios a la salud de las personas quienes la realizan de una manera constante y disciplinada. La finalidad es lograr el equilibrio cuerpo-mente, ya sabemos que el uno no puede existir sin el otro, ambos se compaginan de manera tal que su armonía produce el bienestar de una manera integral.
Ahora bien, el común denominador de las personas es lograr la paz y la armonía en el diario vivir; cuando una persona vive en constante estrés, no solo le produce serios daños a su salud física y mental sino que además la convivencia con las demás personas se ve afectada negativamente ya que su actitud de descontento, ira, ansiedad, depresión y hasta amargura se refleja en los demás, contaminando el ambiente; lo cual no resulta nada sano para nadie.
Resulta claro que debemos cambiar manera de ver la vida, dejar a un lado el juzgar y criticar y dedicarnos mejor a autoevaluarnos y empezar a cambiar nosotros mismos de manera tal que podamos notar el cambio en los demás. En ocasiones no podemos hacerlo por nosotros mismos, no obstante la meditación nos puede ayudar grandemente en este sentido, y para ello contamos con la Meditación Vipassana, una disciplina muy popular, proveniente de la India y que ha servido de base para otro tipo de práctica como por ejemplo el Mindfulness; por eso te traemos a continuación una explicación de lo que trata este tipo de meditación y cuáles son los beneficios que nos aporta.
¿Qué es la Meditación Vipassana?
Consiste en una técnica de auto observación; en la India “passana” significa ver las cosas en forma corriente con ojos abiertos; ahora bien, la palabra “vipassana” significa observar las cosas “tal y como son” y no como parecen ser; es decir aprender a observar a través de la verdad. De allí pues, que la Meditación Vipassana es un tipo de meditación budista, originaria de la India que se basa en transformar la percepción del mundo que nos rodea.
Se trata de una técnica muy antigua en donde el objetivo es la purificación y la transformación personal mediante la auto observación, potenciando la concentración y la atención del propio ser; comenzando primeramente por aprender a controlar nuestra respiración para luego canalizar las emociones y sensaciones del cuerpo y la mente, a fin de lograr la armonía entre ambos.
No debe confundirse con un tipo de meditación que solo relaje nuestra mente y tranquilizarnos, se basa en lograr una perfecta conexión del cuerpo y los procesos mentales, unificándolos y manteniendo el equilibrio entre ambos. Este tipo de meditación hoy en día se ha extendido a nivel mundial y ha permitido que experimentemos la verdad tal como es y no cómo la podamos imaginar, erradicando los pensamientos negativos que evocan en nuestra mente a fin de lograr la plena felicidad y el bienestar integral.
Su práctica está centrada en eliminar de nuestro diario vivir las actitudes y palabras que nos impidan estar en armonía y en paz con nosotros mismos y con los demás, serenando nuestra mente a fin de concentrarnos en un solo objeto como es la respiración, no se trata de controlar la respiración sino observarla tal como la sentimos de forma natural, la manera como inhalamos y exhalamos sin forzar nada. Tomando conciencia de nuestra propia respiración empezamos a ver las cosas tal como están sucediendo.
Esta práctica permite relajar nuestra mente eliminando los pensamientos negativos que puedan existir a fin de no dejarnos arrastrar por estos. Estos pasos se consideran fundamentales, el primero aprender a vivir en armonía y segundo controlar nuestra mente; de esta manera nos iremos purificando y eliminando poco a poco aquello que nos atormenta y nos impide ser felices.
¿De qué manera puedo practicarla?
En primer lugar es importante dedicar unos minutos al día, por lo general en las noches antes de dormir la práctica de la meditación es fundamental ya que nos ayuda a conciliar el sueño rápidamente favoreciendo el descanso físico y mental. Es recomendable hacerla siempre a una misma hora a fin de crear el hábito de la meditación, en un principio quizá nos cuesta un poco, pero cuando incorporamos esta práctica en nuestra vida comenzamos a observar los cambios y por ende a tener otra visión del mundo que nos rodea.
Luego de escoger la hora y el lugar adecuado, lleno de paz y tranquilidad lejos de cualquier interrupción, te debes sentar en el suelo, con las piernas cruzadas y la espalda recta, en caso de tener algún problema de salud también la puedes realizar en una silla. No requiere que cierres los ojos, aunque si facilita su realización. Una vez que sigues estos pasos debes concentrarte en tu respiración de manera tal que puedas alcanzar un estado de calma, inhalar y exhalar sin forzar la respiración es lo más adecuado, concéntrate solo en tu respiración.
A continuación una vez que mantienes la concentración en la respiración observa tus pensamientos, sin detenerte a juzgarlos ni analizarlos, solo observarlos; seguidamente visualizar nuestro cuerpo de la cabeza a los pies e identificar las sensaciones en cada parte de él. Una vez más te recordamos que solo se trata de observar sin detenernos a analizar nada. Posteriormente nos concentramos en todo lo que nos rodea, el ambiente, la temperatura, la luz, los olores el tacto, es decir tomar en cuenta todos nuestros sentidos.
Observando entonces la realidad tal como es, nos lograremos conocer a nosotros mismos a través de esta experiencia nos lograremos liberar de aquellos pensamientos y sensaciones que nos generan dolor y contaminación.
Beneficios de la Meditación Vipassana
Son muchos los beneficios que ofrece la meditación en el cuerpo y la mente del ser humano, para el caso específico de la Meditación Vipassana, el objetivo es alcanzar un nivel de paz mental y también mejorar nuestra capacidad de vernos a nosotros mismos, pero también aporta una serie de beneficios los cuales mencionamos a continuación.
Disminuye el estrés
A través de la Meditación Vipassana podemos reducir los niveles de estrés causados por los agites del día a día, los compromisos y los problemas que podamos tener. Por ello es recomendable que se practique antes de dormir, ya que ayudará a despejar la mente y conciliar el sueño.
Potencia la capacidad de observación
La capacidad de observar y analizar se incrementa cuando practicamos la Meditación Vipassana, esto significa ir más allá del simple hecho de mirar, es saber interpretar lo que sucede a nuestro alrededor para lograr una comprensión total de la realidad.
Disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial
Al reducir los niveles de estrés en nuestro organismo disminuye la frecuencia cardiaca y por ende la presión arterial; esto se ve reflejado también en nuestras vías respiratorias, reduce la importancia que le damos a las diversas situaciones conflictivas que se nos presentan en la vida; es decir, le restamos importancia a todo aquello que pueda afectarnos negativamente. Con ello mejora notablemente el sistema cardiovascular previniendo enfermedades relacionadas con este.
Mejora el estado de ánimo
La ira producida por el estrés puede derivar en muchos problemas y consecuencias de las cuales nos podemos arrepentir; por ello con la Meditación Vipassana el nivel de estrés se reduce lo cual hace que nuestro estado de ánimo cambie por completo teniendo un mejor control de nuestras emociones.
¿Podemos meditar con otras personas?
Si te estás iniciando en el arte de la meditación lo mejor será que empieces de manera individual, esto con el fin de lograr una mayor concentración, evitando de esta manera distracciones, recordemos que se trata de mejorar nuestra capacidad de concentración.
No obstante, cuando ya tienes algún tiempo practicando es posible que conozcas otras personas que conozcan la técnica y puedas realizarlas con ella; esto siempre y cuando estén en concordancia o el grupo domine la técnica. Esto también permitirá que puedas pedir consejos a otras personas que también llevan algún tiempo practicando esta técnica.
Recuerda que lo importante es lograr ese estado de equilibrio cuerpo-mente, favoreciendo la capacidad de introspección así como también poder cambiar nuestra manera de ver las situaciones que nos ocurren a diario. Se trata de aprender a controlar nuestras emociones y nuestras actitudes. Lograr vivir en paz y armonía, aspectos fundamentales para una sana convivencia en donde podamos gozar de un bienestar pleno.